¿Por qué no puedo dejar a mi pareja?

Llevas varios meses, o años, teniendo meridianamente claro que ésta no será la persona de tu vida. De hecho, últimamente, casi todo lo que hace te da coraje: su ruido masticando, su lentitud, que no se entere a la primera cuando le hablas, que trague saliva, su respiración… quien diría, que en los inicios de la relación, te partías de risa cada vez que se tiraba un peo. ¡La de buenos ratos que me habré perdido de joven por el reparo a hacer esto en las primeras citas! Ya no me vuelve a pasar, es más, si algún día tuviese que volver a Tinder, solo daré likes a las chicas que expliciten en su descripción que comprenden y practican esto.

Lo de cogerle un poco de coraje a la pareja (reconócelo, te ha pasado), no siempre tiene que suponer necesariamente una crisis. Pero, ¿por qué demonios pasará? Está claro que, si bien no es grave como hecho aislado y bajo situaciones de estrés, si debe suponer un signo de alerta cuando se torna en habitual y recurrente, pues podría ser la consecuencia o la antesala de un TOC relacional. Esto del TOC relacional, o también llamado de amores, viene caracterizado por las dudas constantes hacia la idoneidad de tu pareja, y puede ser un verdadero coñazo en el seno de una relación. En esta situación, puedes tener ideas obsesivas y pensamientos automáticos repetitivos que te hacen cuestionarte una y otra vez la validez de tu noviazgo. Dudas del otro y de ti, añoras el pasado y comparas lo actual con parejas anteriores, te inquieta tu futuro y se titubea tu proyecto, pero, aun así, no eres capaz de tomar la iniciativa y poner fin a la historia.

Y pregunto, ¿Por qué nos cuesta tanto terminar con una relación de pareja aun pensando que no es la persona adecuada? La respuesta es sencilla, dejar una relación, ACOJONA.

A finales de 2015, y preñado del empoderamiento que me brindó superar uno de mis más ásperos fracasos sentimentales, escribí un artículo que se llamaba Yo también sobreviví a una ruptura. Me centraba en la figura de la persona dejada, y argumentaba, que la parte más amarga en una separación, siempre correspondía a la parte abandonada. Pues bien, varios años más tarde, donde dije digo, digo Diego.

Pocas decisiones se me ocurren más complejas, que la de poner fin a una relación cuando no median problemas mayores. Quiero decir, si no existen infidelidades, prevalece el respeto, no hay malas formas, e incluso se conserva la atracción física, ¿quién es la valiente que pone fin al romance de forma cordial y siguiendo criterios racionales? Si ya no avanzamos ni sumamos ¿Por qué seguimos? Aunque a ratos tengas la seguridad de que el final sería lo mejor para ambos en el medio plazo, ¿Quién le pone el cascabel al gato? ¿Y si me equivoco con la decisión? ¿Y si lo que encuentro después no es mejor que lo que tengo ahora? ¿y si aguanto un poco más por si cambia y se convierte en lo que necesito? Dudas, dudas y más dudas, y aquí la cuestión y el dilema…

Imagínate que vendes una casa en ruinas. Ni te gustaba la zona en la que estaba, ni tenías dinero, ni interés en reformarla. Al cabo de un tiempo, paseando por el barrio, descubres que los nuevos propietarios inversores han llevado a cabo una reforma profunda y el inmueble luce un aspecto impecable y acogedor. En ese momento, te corroe un intenso sentimiento de envidia y te lamentas de tu decisión.

Sin embargo, contigo, el inmueble no iba a evolucionar por más tiempo que aguantases, porque no disponías ni de los medios, ni de la actitud correcta. Hay que saber soltar las cosas, y más si al hacerlo, en un gesto de amor sincero, ayudas a que se conviertan en algo mejor.

Me gustaría compartir contigo una serie de síntomas, pensamientos o sensaciones, que, de estar presentes, también pueden estar indicando que tu relación necesita una reforma, o incluso un traspaso:

  • Saltas a la mínima. A la defensiva y con la escopeta cargada, dispuesta a malinterpretar cualquier cosa interpretable que hace tu pareja. Además, ha dejado de preocuparte dialogar para solucionar las cosas, y aunque pueda resultar incómodo, no te importa que pasen los días y los días sin dirigiros la palabra.
  • No sabes ya como tensar la cuerda para que la otra persona tenga razones y se decida a dejarte. Incluso, llegas a “desear” que te ponga los cuernos y se descubra la traición para poder decidir con motivos contundentes. En estas situaciones, cuanto peor lo haga la otra persona, más fácil será la ruptura para la parte ofendida y más dura para la que saca los pies del plato, hablando siempre desde el contexto de relaciones desgastadas.
  • Cada vez eres más consciente de las cosas que os hacen diferentes y valoras menos los puntos comunes que un día os unieron en un proyecto. Sientes que estás perdiendo el tiempo y que ya tienes una edad, la responsabilizas del fracaso de la relación y tienes muy presentes todos sus errores acumulados, pero aun así, NO LE DEJAS.
  • Como la mente es muy caprichosa y a veces va por libre, en ocasiones has llegado a tener pensamientos automáticos feos relacionados con tu relación de pareja. Seguro que alguna vez, cuando te has acercado a un precipicio, has llegado a pensar ¿y si me tiro? Lógicamente, no se trata de una intención ni nada que se le parezca, es solo un pensamiento automático, algo que NUNCA harías ni desearías. Tu mente racional lo rechaza y se culpabiliza, pero no puede evitar producirlo.
  • Piensas que, si tuvieses varios amigos solteros proponiendo planes, sería mucho más fácil la decisión. Te preocupa más lo que será de tu vida social, que despedirte de la persona. Por otra parte, ya empiezas a sentirte ligeramente receptivo, y te visualizas haciendo la maniobra del mono (soltar una rama cuando tengas en el horizonte otra a la que agarrarte). Aunque común, NADA recomendable, por cierto.
  • Vives tu relación en automático, sin un proyecto, con más problemas que metas a corto plazo. Escuchas la canción de Shakira y te sientes identificado con el “no fue culpa tuya, ni tampoco mía, fue culpa de la monotonía” (y además lo has leído cantando). El tiempo que compartís cada día, transcurre sin conversación, no sea que terminéis discutiendo por algo. Cada uno con su teléfono móvil y sin esperanza de que las cosas mejoren. Prefieres masturbarte a proponerle relaciones sexuales, porque piensas que te va a rechazar, pero aun así, NO LE DEJAS.

Terminar con una relación de pareja es muy complicado, MUCHÍSIMO, pero invertir de esta forma varios años de tu vida, no es justo. El amor, no siempre todo lo puede, y resulta insuficiente si no se acompaña de complicidad, afinidad, confianza, empatía, comprensión, respeto, comunicación, o sentido del humor. Siempre habrá dudas e incertidumbres cuando se toma una decisión como esta, de hecho, habrá quien nunca llegue a hacerlo, pero a la larga, es mejor anticiparse, a que todo se intoxique y sean problemas mayores quienes decidan por nosotros. No es lo mismo dejar de fumar estando sano, que dejar el tabaco porque te han diagnosticado cáncer de pulmón.

Muchas veces, para conocer las cosas más interesantes de nuestro paso por este mundo, debemos desafiar a nuestros temores, con determinación, asumiendo emociones y elaborando las situaciones que tengan que venir. Ten presente, aunque suene a tópico, que la vida te aprieta, pero nunca te ahoga, te cierra una puerta, pero te abre una ventana, y si te quita los cafés de las 07’15, te ofrece un tequila a las 00’00.

Jose Manuel Chirino

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13 comentarios en «¿Por qué no puedo dejar a mi pareja?»

  1. Sublime. Lo mejor que he leído desde que terminé «Los renglones torcidos de Dios».
    También es verdad que lo he acabao esta tarde…jeje Abrazo fuerte!!

    1. Jajajaja! El simple hecho de que te atrevieses a leer algo mío justo después de terminar con ese pedazo de Novela, ya me resulta en si mismo muy halagador, jeje!
      Muchas gracias MJ, un fuerte abrazo para tí también! Gracias siempre por aparecer por aquí!

  2. Apasionante y complicado mundo el de las parejas y las rupturas…a veces por no pasar de nuevo por el TEPT de una ruptura dolorosa, no te embarcas ya en una nueva por el «y si me pasa de nuevo…» o «mas vale lo malo conocido que lo bueno por conocer…» y el interminable «a lo mejor cambia…» 🙂 Y ya ni te cuento si como dices estás en Tinder o una de las nuevas apps de citas (cada dia mas..) y pasas con el dedo..mm..este no (y le sacas mil defectos en una simple foto), seguro que el siguiente es mas guapo o mas alto o … y asi perfiles y perfiles…no existirá el «TOC del Alguien mejor» como el anuncio del «busca , compara y si encuentras algo mejor…» ?? 🙂

    1. Hola Patricia encantado y agradecido de leerte! El mundo de las relaciones de pareja, apasionante e intenso tanto al disfrutarlo como al sufrirlo. Yo siempre recomiendo a mis pacientes, que no se priven de vivirlo plenamente (en la forma que sea) por mucho que hayan tenido malas experiencias en el pasado. Al final, si nos empoderamos y nos abrimos a la experiencia sin miedo y confiando en nuestras capacidades de afrontamiento, podemos hacer frente a cualquier fracaso amoroso sin que necesariamente suponga un cataclismo, y quien nada teme, no sufre en el trayecto y sabe disfrutar el momento… y anoto esto para otro posible post, jejeje
      Un fuerte abrazo, y gracias de nuevo por estar por aquí

  3. Bueno, la verdad que el otro día leí tu artículo del 2015 y ahora este, y la verdad… Que son bastantes interesantes

    1. Muchísimas gracias, me alegra que te hayan resultado interesantes, espero seguir leyéndote por aquí.
      Un abrazo

  4. Me ha encantado el ejemplo de la casa y la reforma. Muy claros los ejemplos, y como siempre, en un tono divertido pero realista. Enhorabuena!!

  5. Acabo de descubrir el blog hace 5 minutos y acabo de leer este artículo.
    Estoy en una situación similar y me he sentido completamente identificado. Punto por punto.
    Es como si realmente estuvieras en mi cabeza, … en fin
    No he podido parar de reírme a pesar de que hay cosas que realmente cuando las pienso tampoco tienen tanta gracia.

    Un saludo

    1. Hola Jose! encantado de saludarte y leerte por aquí. Me alegra que hayas descubierto este espacio y que te haya resultado medianamente interesante. Te mando mucho ánimo con tu situación personal y deseo que todo se resuelva de la forma más favorable. A veces, el arma más potente con que podemos defendernos, es riéndonos de nuestras propias dificultades.

      Te mando un abrazo

  6. Eres tan real que roza el miedo amigo!!!
    Siempre directo a lo que pensamos, sentimos o en algún momento hemos vivido.
    Sublime!

    1. Muchísimas gracias por el comentario, agrada mucho saberlo, porque realmente, es el principal objetivo de este humilde espacio. me alegra que te haya parecido interesante. Un abrazo

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