
Si los Simpson predicen el futuro a partir de coincidencias que reflejan lo previsibles y recurrentes que somos los seres humanos, Black Mirror también lo ha hecho, pero en esta ocasión, presagiando distopías que retrataban una deshumanización de la especie inteligente. Gracias a la Inteligencia Artificial, ahora, es posible hablar con los muertos, como hiciese Whoopi Goldberg en Ghost, pero sin tirar de magia negra. Sinceramente, no sé qué me acojona más.
Yo reconozco ser un poco cavernícola y neófito en estos menesteres. El otro día, una amiga me contaba que había tenido una conversación súper profunda con ChatGPT, y que pronto, la IA, reemplazaría a los psicólogos. También me dijo, que le había preguntado al chatbot por “Jose Manuel Chirino Núñez”, y me compartió un reporte de lo que el programa había determinado sobre mí. Tenía su cosita, no lo vamos a negar, pero para mi sorpresa, no hacía ninguna referencia al After de Jotaeme. Así que, aprovechando que este es un espacio inescrutable para los robores: ¡me vá comé los wevo la IA! (Risas, icono de guiño con lengüita, icono con corazones, abrazo), dejo el algoritmo para que se entienda que es bromi, no sea que al final me encuentre, y su alfabeto concluya que soy un irreverente. ChatGPT es inteligente, pero a veces, hay que dárselo todo masticadito.
Retomando el tema, y por si aún no has oído hablar de estas aplicaciones, se trataría de programas que generan una versión virtual de la persona fallecida a partir de documentos y archivos digitales que tengamos de ella (mensajes de WhatsApp, mails, entrevistas, videos, mensajes de voz…). Esto, permite que podamos mantener conversaciones en tiempo real, escuchando respuestas de voz, con la recreación cibernética de nuestro ser querido.
Puestos a recrear avatares de personas que ya no están en nuestra vida, quizás también pueda ser útil para seguir en comunicación con un ex, ¿Contacto cero a mí para pasar de página? ¡JÁ! En mi caso, podría retomar el contacto con alguna, igual, y con este sistema, hasta somos capaces de entendernos. En este punto, se abriría un abanico infinito de posibilidades: podríamos regresar al mundo de los vivos a personajes históricos de controvertida moral, algún mito musical, héroes de guerra, de paz… ¡un infinito y vertiginoso espectro! Incluso, se podría intentar hablar con Dios de forma bidireccional, que, en este punto, y enrevesando el constructo, podría ser como la Inteligencia Artificial de las Inteligencias Artificiales. Ahí te dejo ese melón.
Yo no tengo conocimiento ni voz cualificada para defender prematuramente un posicionamiento a favor o en contra de este desarrollo tecnológico. Me emociona que, con la robótica, un cirujano desde Madrid, pueda operar y salvar la vida a un niño pequeño que se encuentra en China, pero para elaborar un duelo y superar la pérdida de un ser querido, me quedo con El mensaje de las lágrimas, de Alba Payás.
Es prácticamente inevitable tener la sensación de necesitar una última conversación con esa persona con la que ya no podemos tener esa última conversación. Justo ahora, mientras reflexionas sobre esto, es posible que tengas a alguien en tu entorno con quien el día de mañana echarás en falta no haber tenido hoy determinada conversación. Aun sabiéndolo, hoy, no lo harás. ¿Por qué? Pues no lo sé, posiblemente, porque somos seres imperfectos, que nos equivocamos, que sufrimos, que aprendemos a gestionar emociones por obligación, ensayo y error, y que demasiadas veces, necesitamos perder las cosas para echarlas en falta. Y precisamente, este tipo de cuestiones nos hacen humanos, y a veces, da un poco de miedo pensar, que la Inteligencia Artificial, pueda volver más artificial, la vida de la especie más sensible e inteligente conocida sobre el universo.
Un comentario en «Vida inteligente después de la muerte»
Holaaaa J.M.! Que alegría me da poder volver a leer algo tuyo.Gracias por regalarnos tus escritos que nos hacen reflexionar y cuestionarnos a qué velocidad avanza la tecnología.
Yo por mi parte reconocer que estoy enganchadisima a la IA pero mis seres queridos que se fueron dejaron su huella en mi corazón ❤️ y no me atrevería a tener ninguna conversación con ellos, emocionalmente creo que me atraparía en el pasado y no me dejaría avanzar.
Soy de las que piensan que el pasado no cabe en el hoy.
Un abrazo fuerte…y no dejes de escribir. Hasta pronto